lunes, 6 de diciembre de 2010

¡Ay Chancho!

¡Ay Chancho! ¡que haremos!... A veces siento que siempre serás conocido como una idea, casi que como un invento. Me tocó mala suerte, me enganché de un cabro dedicado a su trabajo, responsable y tímido. Que de mala suerte vive muy lejos, entonces se debe ir temprano. Que tiene un problemita con el estrés, entonces hay que tratarlo con cuidado y suavidad. Que tiene altura de mira y siempre se proyecta al futuro, por eso siempre está ocupadito para los proyectos a corto plazo. ¡Ay Chancho! ¡Tengo pena! ¡Quisiera tenerte más tiempo conmigo! o al menos saber que llegarás a casa... conmigo. ¡Pucha! Hay tanto que podemos hacer juntos... pero no. ¡Está bien! Es tu futuro... Yo entiendo, tienes razón. Las cosas como son... Yo soy la lesa que no quiere aprender. Solo quiero que te salga todo como esperas, que completes lo que quieres, y que logres tus metas. Yo puedo esperar, yo comprendo, yo espero, yo te apoyo, yo te amo. Te amo mucho y quiero verte contento, yo me aguanto, yo te espero...

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