Me di cuenta de que insistes demasiado en una honestidad que, por más que intento, no puedo creer. No te creo nada: ni lo que dices, ni lo que haces, ni lo que piensas, ni lo que sientes. Nada. No puedo, algo me detiene... y como insististe tanto en que justo conmigo - particularmente - no mientes, me comencé a preguntar por qué era que no te creía nada... y no supe responder.
Pensé que era porque nos parecemos un poco...y yo, aunque no miento, no soy realmente honesta. Después dije que no podía ser eso porque, honestamente, somos muy diferentes.
Y recordé entonces que hubo un tiempo en que yo te creía todo; en el que jamás podría haber dudado de la pureza de tu corazón; un tiempo en que incluso me sentía agradecida de que una persona tan angelical pudiera confiar su fragilidad a alguien como yo... y fue en ese momento en que me sentí frágil yo misma, y al mismo tiempo culpable y avergonzada de dudar de tan sincero am-- ¿Qué? No... (de nuevo no)
Me llegó como un balde de agua fría en el estómago... amor. Eso era... Esa es la razón por la cual no puedo creerte que a mi no me mientes.
No te creo porque sí me has mentido. Me mentiste y cortaste ese hilo tan delgado que sujeta mi alma al cielo: me dijiste "te amo" y no era cierto... Ahí fue cuando se desbloquearon los recuerdos (¡detente, por favor!)
Recordé que te desmentí en ese viaje en micro que fue eterno... ese en el que casi no hablábamos. En ese viaje descubrí que me habías mentido y que no te importaba... y lo admitiste con un cierto grado de asombro al darte cuenta que quizás yo tenía razón.
Desde ese momento que deje de creer. Desde ese momento puse una pared, y no te volví a confiar nada... porque ya me habías admitido que no te importa - que no pones atención...
Y sin embargo, hay una parte de mi que se aferra ciegamente a ese pequeño que un día me dijo "mi amor" porque sé que llega un punto, para las personas como nosotros, en que todo es cierto y todo es mentira: en que nada es real... ni siquiera uno mismo.... porque no somos uno, sino varios que simplemente no se ponen de acuerdo...
Entonces dime ¿qué hago? ¿a dónde voy? ¿a cual le creo? ¿a todos? ¿a ninguno? Dime, porque no es que no te crea porque no quiero... es porque no puedo (deja de llorar...) Quiero creerte, pero tengo miedo... ya no puedo sobrevivir a más mentiras...