martes, 21 de septiembre de 2010

Deseo

En un viaje al pasado me encontré con un viejo pensamiento

Me encuentro atrapada en medio de la vida, con la pregunta de qué rayos significa esta.
¿Para qué sirve la vida si no puedo ver el mar?
¡Maldita ciudad capitalina, que no tienes arena, ni rocas gigantes!
No tienes noches de lunas llenas, estrelladas, con brisa suave.
No tienes esa chaqueta, ni su polera blanca
No tienes esa mano que tan segura me guarda.
No tienes esa mirada, ni esos ojos mansos, pero aún así tan salvajes como la marea.
No tienes risos dorados, ni color rosado moreno.
¡Te odio Santiago! ¡Por tí es que no vuelvo a Punta de Tralca!
Por ti es que ya no encuentro arena blanca que me traiga su recuerdo
Ser profuga de nuevo, en una noche parecida, es mi deseo.
Volver a vivir esas miradas de recelo,
los murmullos que a mis espaldas se escuchaban cuando junto a él pasaba.
Él era quien "mi hermano" llamaba, el bebé que debía cuidar.
Era él una ola rebentada a la orilla de Lo Que Nunca Fue Ni Será

sábado, 18 de septiembre de 2010

Contradicción

Quiero creer que dejaste de hacerlo porque te confundías... pero por otro lado... me encantaría que te dejaras confundir... así como yo me dejo llevar a veces por la locura de ser más de lo que soy.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Hombres... idiotas.

Los hombres son todos unos idiotas. Yo creo sinceramente que los que se creen 100% machos son tarados mentales... Eso porque no son capaces de ponerse en el lugar de las personas de sexo femenino. Esa es la diferencia entre "un hombre" y una "persona". Las personas, pueden ser de dos sexos distintos, pero saben que en el interior tienen un poco de todo y solo se diferencian por cosas meramente de aspecto fisico, y un tanto hormonal, pero por lo menos tienen el deseo de intentar comprender su otra mitad. Los que se piensan "super machos" "super hombres" me dan asco ¡Qué se piensan que son! Es por esos imbéciles que existe la distinción de "sexo inferior" y "sexo superior" ¡Qué tienen en la cabeza! ¿Caca? Yo no lo dudaría... Si hay algun hombre que esté leyendo esto ¡ofendase! que me encantaría herirrle el orgullo mal fundamentado. Si no se ofende, lo felicito, talvés sea usted una persona de sexo masculino... pero yo no estaría segura, pues también usted puede ser un "macho" y en ese caso, me gustaría vomitarle encima. En todo caso, esto no es un arranque de feminismo porque también odio a las "mujeres" que son todas unas prostitutas o mogigatas. Se creen que son deseables y delicadas, pero solo son unas baratas que andan calientes todo el rato, solo que a unas se les nota más que a otras. Las personas de sexo femenino, saben que no porque jueguen a la pelota o no les guste ir al mall son menos valorables, de hecho, en mi opinion son admirables. ¡Hey "mujer"! si estás leyendo ¡Tapate las piernas y quitate ese maquillaje mal combinado!
Solo me gustaría decirle a un imbécil en particular que espero que algún día deje de ser hombre y que deje también a su mujer porque de lo contrario, no me gustaría alegrarme por verte denigrarte cada vez más ¡No me forces al pecado por favor! ¡Qué patético! ¿Te has mirado al espejo? Aparte de que eres bastante desagradable a la vista, proyectas una imagen de perdedor, de fracasado, de gusano rastrero y moribundo - perdon, gusanos - ¡Eso te ganas por creerte tan macho y pisotear a una persona tan fragil y pura! Espero que tu mujer te engañe, o se vuelva fea, o te odie, o te vomite encima - sé que yo lo haría- Te deseo lo más malo de este mundo, hombre... Ni siquiera puedo llamarte hombre ¡Eres peor que eso! Aún todo el odio que les tengo a los hombres no puedo insultarlos tan horriblemente al hacerte parte de su grupo ¡Tu estas muy por debajo! ¡Gusano tampoco! ¡Gallina menos! ¡Ameba! ¡Humanoide! ¡Extraterreste! ¡Alienigena! No sé como llamarte, eres una calaña tan asquerosa y repugnante que toda la humanidad está ofendida porque te pareces a nosotros ¡Agh! ¡Eres un asco! ¡Hazle un favor al mundo y termina con tu inutil existencia! Solo eres tú... un ser despreciable que no supo enfrentarse a una dificultad por COBARDE Y RETARDADO.
Y el imbécil se hizo gallina, y la gallina se ofendió

viernes, 10 de septiembre de 2010

¡Qué imprudente y qué egoista!


¿Les cuento algo que realmente odio con todo mi ser? Que me pidan el teléfono cuando estoy hablando. Si hay algo que deteste en este mundo, es que interrumpan mi conversación telefónica si la persona con quien estoy conversando es mi pololo, mi mejor amigo o una de mis mejores amigas. ¡Lo odio! En realidad no me molesta tanto el hecho que me lo pidan, sino el carácter de urgente que le dan a la situación "Necesito el teléfono ahora" ¿Para qué? quisiera preguntar yo ¿Por qué tu futura llamada es más importante que la que yo estoy teniendo ahora? ¡QUÉ MENTIRAAAAAAAAAA! La llamada nunca tuvo carácter de urgencia... Pedir el teléfono -en este caso- es solo un arranque de egoísmo, el cual yo no estoy dispuesta a tolerar. ¡Agh! No sería molestia que lo pidieran si esperaran pacientemente a que uno terminara la conversación que, con la increíblemente molesta interrupción, ahora debe ser acortada o pausada o simplemente terminada, pero no, constantemente molestan con expresiones como "te lo pedi' hace rato" "lo necesito" "llevas horas hablando" "papá se lo pedí' hace rato" ¡Qué onda! ¡Estoy conversando! ¡Qué ordinaria! ¡Desagradable! ¡Por qué molestas tanto! En mi casa siempre acontece esta falta de respeto, no se puede conversar tranquila... Corrijo, pues no corresponde que los meta a todos en el mismo saco porque mi papá no llama por teléfono y mi mamá cuando dice "te lo devuelvo al tiro", es cierto... Es de otro miembro sobre el que estoy hablando ¡Qué rabia! ¡No puedo estar tranquila ni en mi propia casa! Ya que no puedo salir cuando quiera ni llegar a la hora que se me plazca, por lo menos podrían dejarme hablar por teléfono, pues es casi el único medio por el cual aún puedo tener un hermano. A mi novio lo veo seguido, a mis amigas las veo todos los días, pero a mi hermano no lo veo siempre ¡Yo sí necesito el teléfono! ¿Por qué todos están del lado oscuro de la fuerza? Nadie defiende lo que yo quiero... ¡Es realmente injusto! Por eso, creanme, seguidores, cuando tenga mi propia casa y mi propia línea telefónica habrá un número al cual nunca llamaré ni del cual tampoco recibiré llamadas...

miércoles, 1 de septiembre de 2010

¿A mano o a máquina?

"No existen más que dos reglas para escribir:
Tener algo que decir y... decirlo"


Hoy mientras hacía una prueba de desarrollo -¡toda de desarrollo!- del libro "El Socio", del famoso autor chileno Jenaro Prieto; vino a mi mente la pregunta de por qué no podía tener mi notebook conmigo en ese minuto. ¡Todas las respuestas debían ser contestadas en forma narrativa! ¡Y el espacio era diminuto! ¡Tenía mucho para decir! Y mi letra no ayudaba, y el tiempo siempre me ha caido mal. La mejor forma para presentar una prueba decente era escribir primero mi respuesta con lápiz mina - lápiz de madera con mina- y luego transcribirla en lápiz pasta, pero eso me quitaba demasiado tiempo y tuve que arriesgarme a poner todo de una vez y lápiz pasta al primer intento... ¡Un desastre! Fue entonces cuando extrañé mi computador ¡Qué lindo hubiera sido! Poder redactarle todo como corresponde: entendible, hilado y ordenado -no como la porquería que entregué totalmente derrotada (no espero más de un 60)- pero no.

Hacen ya 5000 años que el hombre inventó la escritura en el año 3000 a.C ¡Qué maravilla! ¡Por fin tenía ahora una forma de ser inmortal! La escritura - este conjunto de signos y símbolos creados y utilizados convencionalmente por una comunidad para elaborar mensajes-, la proporcionó al hombre una instancia para poder ordenarse. No importaba si solo fueran dibujos o garabatos, pues no es a eso lo que debemos enfocarnos, significó que ahora podría transmitir a través de los tiempos, comunicarse aún cuando estuviese muerto, porque escribir significa vivir eternamente.

Bajo este concepto, la escritura fue tomando cada vez formas más finas, más elaboradas, hasta transformarse tambien en distintas lenguas, pero más importante que todo, se transformó en un arte. No obstante, para algunos estudiosos -como yo-, el proceso tan maravilloso de este perfecto invento fue atascado por ahí por la segunda mitad del siglo XV, gracias a un caballero llamado Johannes Gutenberg, inventor de lo que conocemos como "imprenta" y que trajo consigo un nuevo material para escribir: el teclado. Así, se perdió la ligación de trazos, esas lineas que representan tantas características de nuestra personalidad se esfumaron y fueron reemplazados por letras uniformes, ordenadas y de un estilo formal y que, en cierto sentido, le dieron una nueva libertad al arte de escribir, asunto que explicaré más adelante.

Así, como la masificación de la sociedad de consumo fue poseyendo todo ámbito de la vida cotidiana, el teclado superó al lápiz, y por tanto hoy tenemos algunos abogaditos de este último, que lo defienden y lo quieren volver a poner en el lugar que estaba, como los abuelitos -y jóvenes chapados a la antigua- que dicen que, por ejemplo, las cartas deberían seguir escribiéndose a mano, pero ¿por qué? Respuesta a esto nos encontramos con que escribir con el puño significa una cierta entrega extra por parte del remitente hacia su destinatario, pues mediante cada trazo va dejando parte de sí en cada letra, con lo cual escribir a mano tendría más valor sentimental que escribir en un teclado... y si lo pensamos así, es cierto, pero ¿qué pasa cuando debo esforzarme para que mi letra se vea linda? ¡Qué linda! ¡Qué se entienda por lo menos! "¡He ahí el punto!", me dirían algunos, pero ¿Es acaso el esfuerzo el punto? ¿Por qué? ¿No es acaso más importante el qué digo?

Yo prefiero escribir a máquina. Sí, porque cuando escribo en teclado, se le permite a mi mente que juegue con las palabras, que salte, que corra, que vuele sin detenerse un segundo a pensar si la letra se entiende o si está ordenado -justificado- el texto. Tampoco es problema, cuando escribo a máquina, que mis pensamientos se atropellen, pues solo debo "copiar, pegar" para cambiar los párrafos de orden, ahorrándome la eterna transcripción de un borrador a otro y a otro y a otro. Cuando me dedico a escribir a mano, mi letra sale realmente agradable a la vista, pero al momento de estar en proceso de redactar, yo elijo el teclado, pues en esos momentos no se me da una letra legible y mis trazos parecen más códigos sismográficos o resultados de un electrocardiográma que letras de la Lengua Castellana, por lo que todo termina siendo un desastre -¡Desastre!-. Si mi mente tiene una idea que quiere explayar, mis manos no ayudan, y si trato de redactar y de hacer una linda letra, la idea simplemente se va, la inspiración muere e incluso la billantez de mis palabras se opacan.

Todos escribimos a máquina ¿o no, adolescentes? Si no, no estarían leyendo esto... es más rápido, mejor -según yo-, es más cómodo, es más perfecto. En fin, esa es mi postura, pero tú ¿escribes a mano o a máquina?

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