A veces, apareces frente a mi así porque sí y me tomas sin avisar. Solo apareces, de un salto, un golpe, de improviso, de sorpresa... y eres la única persona que puede hacer eso sin asustarme. A diferencia del resto, cuando tu lo haces lo que siento es alivio, un calor que me revive y puedo respirar con facilidad de nuevo. Y te miro como siempre, a penas pudiendo reconocerte, pero sabiendo que estás ahí. Te miro con el alma a punto de explotar, porque te vengo buscando desde siempre, y aunque estos flashes de ti es todo lo que he podido conseguir, al menos nos sirve para no olvidar que vamos juntos, que siempre supe que existías y que siempre te he echado de menos y siempre lo haré. Sé que eres tú el que me lleva de la mano, el que me da golpes de racionalidad para que no me bloquee, para que no me pierda, para que siga.
También sé que eres tú el que arregló las cosas en la familia, tú con tu perdón y tu forma amable de enseñarme a compadecer y a no dejarte morir en vano.
Sabes que te amo, que no te reemplazo y no te olvido, pero me haces falta y te extraño. Sin tí me cuesta más, porque por mucho que el papá sea como es, y la mamá cada día sea más mamá y las hermanas sean bien hermanables, hay cosas que son solo del hermano mayor, son solo tuyas y las extraño porque no quiero perderme y no quiero perderte. Eres mi hermano y no voy a dejar que nadie nos quite eso nunca, porque vives en mi y por eso es que he podido ir creciendo sin llorar por ir muriendo.
Cada paso más cerca de la vida
Cada paso más cerca de la muerte
Cada paso más cerca del cielo
Es un paso más cerca de ti y de esto que somos, juntos.
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