sábado, 3 de agosto de 2013

Tú sabías

¿Nunca te preguntaste por qué, si comíamos tanta fritura, chatarra y carne, tú engordabas y yo no? ...
De hecho, bajé mucho de peso  porque me lo pediste. Me convenciste de que no era normal y que eso era lo mejor que podía hacer. Tú sabías... y eras feliz con eso, porque no te importaba el medio... sino el fin... el fin de lucirse, lucirme, como uno de tus - único - triunfos.

Tú sabías y no le diste importancia a mi sufrir, que era por ti.
Tú sabías y querías que siguiera así...
Tú sabías, me lo decías con cada mirada inocente, como intentando decirme que no había otra forma.
Tú sabías porque te lo dije... y ni siquiera me miraste en ese momento, seguiste caminando de mi mano como si nada hubiera pasado.
Tú sabías y me obligabas a seguir haciéndolo cada vez que mirabas a otra mujer más delgada que yo... como si fuera lo más normal del mundo
Tú sabías y hasta el día de hoy de lavas las manos.
Tú sabías todo... o me vas a decir que tampoco nunca te preguntaste por qué, si yo no trabajaba, y mis padres no me daban dinero, siempre tenía para pagar todo eso que comíamos?

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