Realmente no tengo ganas de escribir,
ni tengo ganas de hablarte,
pues no tiene razón la contra llevarte
No es como si fueras a dejar de gritar
o de gritarme, o a ella maltratarle
A esa pobre pequeña
condenada a eternamente no ser rebelde
no se da cuenta que lo que siente
ha sido provocado por ella
Y mira con desesperanza a las estrellas
¡Calmate, quieres! dale un respiro
pues quiere seguir haciendo cosas
Es solo que no sabe qué viene ahora
pues siempre le has dejado todo listo
y ahora tiene demasiado miedo
a decepcionar entrometidos
Porque nunca lo ha hecho
y ese es su maldito lío
Y caminando a paso indiferente,
cruza lentamente el portón,
pues la pobre pequeña,
aun no está lista para la revolución
No hay comentarios:
Publicar un comentario