Se supone que por tí no sienta nada,
que el pasado no me pesa ya.
Se supone que es muy fácil repetir que bien me va,
aunque muy dentro me esté muriendo
Se supone que mejor fue separarnos,
que la vida debe continuar.
Se supone que ya no me importe quién te besará,
esa es mi pena, por suponer que te podría olvidar.
¿Alguna vez han sentido esa nostalgia al recordar un amor pasado? ¿Ese suspiro que llega al pensar qué habría pasado si no hubieramos optado por otro camino? ¿Qué sería de nosotros hoy si no hubieramos dudado? ¡Todo tiempo pasado fue mejor!
Me gustaría saber qué se sentiría ser homínida, pues en un principio, los hombres no eramos como somos hoy en día, vivíamos en árboles. Sí, cual monitos trepábamos entre las ramas. Nuestras extremidades solo servían para sostenerse y aferrarse al árbol. Nuestra cabeza no tenía la forma de hoy, estaba más desproporcionada, pues al ser las actividades "humanas" bastante sencillas, solo necesitábamos de una gran quijada y en compensación de un cerebro pequeñito. La gran boca de este animal era tan grande que en cuanto veía un alimento simplemente abría su mandíbula gigante y lo deboraba en segundos. Su vida no tenía más sentido que seguir los patrones vitales de supervivencia: comer, dormir, y reproducirse. Sin embargo, por razones que aún no sabemos, un día este pequeño amigo se cayó del árbol: perdió su hábitat y ante esta situación tenía dos opciones: -la más fácil- morir o -la más improbable- adaptarse.
Sorpresivamente esta cosa se adaptó, talvés primero se arrastraba o gateaba, y logró convertirse en lo que conocemos como Homo Sapiens Sapiens, un bípedo. Descubrió en efecto dos herramientas fundamentales para su actuar: sus brazos, con las cuales podia ahuyentar a sus depredadores al arrojarles cosas; y sus piernas, que en caso de que la cosa se pusiera fea hacía práctica del "patitas para qué las quiero", o sea, corría lejos. El asunto, asímismo fue bastante cómico para él, pues no sólo se adaptó a su nuevo hábitat, sino que le incluso le gustó y comenzó a hacerlo suyo. Inició lo que se conoce como "recolectar", buscaba frutos y plantas de todas partes, pero hubo un momento en que los frutos del suelo se agotaban y entonces miró que en el árbol todavía habían algunos. He ahí el inicio de la discordia humana, con las ahora "nuevas" herramientas que poseía, sus manos, el alimento ingresaba progresivamente a la boca, con lo cual degustaba los alimentos, lo que antes no hacía y conoció lo que hoy nos trae tantos problemas: el placer. Sí, porque al ser este elemento parte de su vida, se dedicó a ser más fino en sus actividades: escogía. Buscaba ahora lo que más le acomodaba, lo que era más fácil, lo que más le gustaba. Pero no se quedó en los alimentos, lo expandió a todo su actuar: relaciones con sus pares, su vivienda, su tierra, su vestimenta, su olor, su postura. Y hoy hemos contruido una sociedad que es capaz de encontrarle el gusto a todo, pues en todo hay algo de divertido, de cómodo. ¿Pero qué pasa cuando dos o más cosas nos gustan? Nos encontramos frente a otro tipo de elecciones: las más dificiles, pues al discriminar, tácitamente siempre dejamos algo de lado o como obsoleto en relación a lo que se impone como primera prioridad.
Surgen así, lo que odio más en este mundo: las dudas. ¡Qué molesto es dudar! Significa que algo no está claro y que hay que definir la verdad, lo que realmente ES. No obstante, tener dudas es bastante cotidiano: "¿Jugo de limón o naranja? ¿Polera con, o sin mangas? ¿Pelo suelto o amarrado? Dudar, es normal, significa estar en proceso de conocer el verdadero significado de las cosas. Por ejemplo, si no dudamos al escoger jugo, es porque tenemos bien claro cuál es nuestro favorito, pero en asuntos del corazón ¿Cuál debe ser la prioridad?¿Cómo saber si hemos optado bien? Cuando el corazón juega al equilibrista, las cosas no siempre salen como uno desea. En asuntos amor, sin dudar, las cosas siempre se ponen feas ¿Qué es amar? Podríamos pasar toda la tarde dando argumentos y ejemplos de amor, pero para alivio de ustedes - y mio- obviaré esa parte pues sé que todos estamos de acuerdo en una cosa: El amor es uno, pero se expresa de distintas maneras. ¿Curioso verdad? Si el amor uno ¿Cómo podríamos elegir?
Cuando respondemos dudas, vimos que se implica una jerarquización... Raro. ¿Se puede realmente jerarquizar a nuestras personas amadas? Podemos jerarquizar los grados de cariño, así encontramos: atraer, simpatizar, agradar, gustar, encariñarse, querer, querer mucho, amar y adorar. Sí, en ese sentido si se puede y podría yo por ejemplo decir que mi amiga X es menos importante que mi amiga Y, porque a X la quiero y a Y la amo. En ese caso, se puede comparar porque tienen un punto en común: ambas son mis amigas, y discrimino según cariño. Pero ¿y si dos amados o amadas no están en el misma categoría y por ambos tengo el mismo grado de cariño? A ambos los amo, pero no es lo mismo ¿Por qué? Aclaro ¿Se puede elegir entre tu novio y tu mejor amigo? ¡No se atropellen con sus posturas! Aún no termino de responder. Mientras algunas no dudan en elegir a su novio, otras no lo piensan al elegir a su mejor amigo pero ¿No será asi porque en realidad no los aman a los dos y en realidad aman solo a uno? Yo los amo a los dos, y por tanto no puedo escoger pues son temas distintos.
Mi amigo es seco, de verdad no hay mejor amigo que él, puede ser amiga y amigo al mismo tiempo, puede entender todo, y puede hacerme ver que me estoy ahogando en vasos de agua. Nunca se enoja conmigo, me perdona todos mis berrinches, sabe hacerme reir y aunque esté psicopatamente colapsado con sus muchas actividades extracurriculares, siempre encuentra un rinconcito para decirme que me ama. Sí, claro, hay veces en que no ha estado, y hemos tenido bastantes discusiones, pero cuando lo pienso, esas veces no son las que me marcan, pues cada vez que realmente he necesitado su apoyo, no ha faltado ni una sola vez, y nunca ha llegado tarde. Está y es de los pocos amigos, que sé que perdudarán.
Pero mi novio es mi vida, mi protector, mi pedacito de cielo ¡Cuantas alegrías me ha dado! ¡Cuánto me ha hecho crecer! No puedo contar las veces en que ha sido él el único que ha sabido entenderme, ni tampoco las veces en que me he perdido en sus ojos, en las veces que me he distraido por recordar sus ojos, su voz, su ternura, su caballerosidad, su dulzura. Es una pareja fenomenal, de verdad yo creo que no hay mejor pololo que el mío ¡Nadie nunca he había querido tanto! y yo nunca había amado tanto un sueño, porque el es una fantasía que se hizo realidad. Todos sabemos que el pololeo puede ser - y en realidad así esta connotado- una cosa pasajera, pero él me ha demostrado que el verdadero amor espera, pues es paciente, y es eterno, pues una vez iniciado solo puede agrandarse y nunca detenerse.
¿Cómo se elige entre estos dos amores? ¿Cómo se elige entre dos amados que no tienen nada que ver? Sin embargo, en mí no aparecen dudas al momento de escoger, porque mi elección es "no elección" Tengo claro mis sentimientos y no debo definir la verdad otra vez. Es como si me pidieran escoger también entre mis mejores amigas: "escoge una" ¡No puedo! ¡Son dos! Sí, puede ser, y parecer, y de hecho tengo más cercanía con una que con la otra, pero eso no significa que mi otra amiga sea menos importante y que pueda dejarla de lado ¡La amo! ¡Dios! ¡Por qué hay gente que no puede entender eso! ¿Qué me dirías tú que estás leyendo? ¿Se puede escoger? De estas cuatro personas ¿Cuál es la más importante? Es que juro que me complica demasiado el tema cuando alguien me pregunta, porque si de hecho la respuesta es "sí" entonces todas - TODAS- las personas serían jerarquizables. ¡Que tontera! ¿Quién sería entonces la persona más importante del mundo? ¿Dios? Pero Dios está en todas las personas, Dios es amor, y si todas las personas son diferentes, entonces hay distintos tipos de amor y si todas las personas son igualmente importantes y tienen una funcion determinada en esta tierra, entonces todas las formas de amar son significativas y aportan a nuestro desarrollo como individuos y como sociedad, y así entonces no se puede jerarquizar ¿o sí?