Siento que me asfixio, como si no inspirara lo suficiente para seguir viviendo al segundo que está por llegar. Mis ventanas están por quebrarse y mi sonido se está por esconder para no volver a ponerse play en mucho tiempo más, puede ser un día, puede ser un mes, puede ser un año... Nadie lo sabe.
Estoy harta de hacer nada, pero la hora de hacer nada está casi por empezar. Todos tienen ganas de terminar de hacer todo, y no les importa el cómo... pero yo soy diferente, y siempre hago las cosas al revés - ¡qué asco! -, y es exactamente por eso que dependo de lo que nunca he confiado para poder salvarme y llegar medianamente triunfante a donde nunca me verán como heroína.
Me pesa mi mitad y me obliga a sentarme en medio de toda estupidez, para seguir haciendo nada, sin embargo, no puedo pararme y salir de aqui... siento que muero.
Al menos, me gustaría disfrutar de mi muerte mientras espero el resultado que llegará pronto, así que me iré de cacería de notas huérfanas, para hacer una familia en que pueda sentirme cómoda, aunque solo sea el resultado de la fantasía que crea mi locura antes de marcharme a aquel lugar lleno de nada - a veces me pongo tan rara que yo misma me saco de quicio -.
¿Será suficiente vivir? ¿Será suficiente amar? ¿Será suficiente respirar?
¿Quisiera alguno, de los honorables y espectantemente estúpidos presentes, responder mis preguntas?
Y viendo que nadie se perturba, me contesto que nadie tiene respuesta a lo obvio.
No es suficiente abrir los ojos cada mañana si no hay nadie con quien compartir la vista, no significa nada si nisquiera tu mismo puedes hacerte compañía.
No es suficiente amar si no demuestras con acciones lo que tu corazón siente, no haces ningún bien guardandote las ganas de hacer felíz a los demás.
No es suficiente respirar si no le tomas el sentido, no sacas nada con vivir el segundo que sigue si aún no comprendes que vivir es mucho más que poder latir constantemente.
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