No quiero ser mi pasado de nuevo... porque si vuelvo a ser lo que era, no me podré controlar.
No quiero ser mis antiguas yos de nuevo; quiero ser yo, la yo a la que hoy le ayudo a descubrir quién es.
Allá en mi pasado hay yos que son muy fuertes, hay yos que muchos conocen, hay yos que yo misma no puedo derrumbar. También hay yos a las cuales les temo, y les temo harto. Hay yos que están locas. Hay yos que conozco bien y hay yos a las que no dejo salir mucho, pero que sin embargo, existen más que esta yo que hoy soy.
No quiero ser mi pasado de nuevo... necesito quedarme en esta yo que no entiendo, que no conozco. Necesito quedarme en esta yo que necesité cuando la otra se cayó... Necesito quedarme en ella, porque si la abandono de nuevo jamás la veré crecer; si dejo que las otras yos vuelvan, se caerán de nuevo, y no habrá una yo que las levante.
Esta yo que hoy soy, es la yo que tiene que unir a todas las demás, por eso debo sacarla de la arena; debo sacarla del desierto, del barro, debo llevarla a tierra firme: debo ponerla en la roca más grande. Esta yo que no conozco tiene que criarse, tiene que crecer, tiene que quedarse. Como el helado de chocolate y frutos del bosque, tiene que siempre ser.
Tengo que hacerla fuerte, tengo que hacerla pensar, tengo que darle tranquilidad y racionalidad: esta es la yo que me hace falta; esta yo es la que debo ser; esta yo es la que tiene que luchar. Esta yo es la que no debe mirar hacia atrás.
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